Le coin du laportiste

En mi regreso al Força Barça, me preguntaba ayer tarde un maestro de la comunicación como Alfons Arús por las razones de lo que él considera éxito de este blog. No puedo repetir de forma literal lo que le dije pero, en esencia, lo que creo que aporta este modesto foro de comunicación es un espacio de libertad de expresión, de entendimiento –dentro de la discrepancia-, de respeto, de tolerancia, de deportividad y en definitiva de civismo.
No voy a ser tan presuntuoso de pensar que quienes acudís a este blog lo haceis para empaparos de la doctrina que contienen mis encíclicas. Incluso sé que sois mayoría los que no comulgais para nada con mi modo de entender el barcelonismo y hasta acepto las descalificaciones con que algunos de vosotros me obsequia a diario: comprendo que mis comentarios puedan herir determinadas sensibilidades incluso en esta comunidad que, aceptadme la ironía, yo califico como “El rincón del laportista”. Pero por lo común nos respetamos, tratamos de contrastar y confrontar nuestros argumentos, brillantes e ingeniosos las más de las veces, y nos sentimos gratificados con pillar al contrario –con pillarme a mi, sobre todo- en un renuncio, un lapsus calami o una contradicción. Lejos de cabrearme, me encanta que me indiquen –que me señaleis- los errores, porque esa es la mejor medicina para curar el mal del dogmatismo y la verdad absoluta.
Que el blog ya no es del señor Bañeres sino de todos nosotros, lo pueba el hecho de que durante el mes de agosto y en mi ausencia, siguió vivo el debate, surgieron temas casi a diario, hubo nivel y nuestro barco siguió surcando el camino a Ítaca. Porque aunque utilicemos distintos argumentos y, aunque muchas veces lleguemos a ponerlo en duda, todos remamos en la misma dirección.

Positifo: el amistoso Saint-Etienne, cuarto partido sin ganar y que, con un poco de puntería por parte de les verts, habría sido humillante para el Barça. Es positifo porque demuestra que el Barça de Rijkaard sigue siendo un cero a la izquierda en Europa por más que nos empeñemos en considerarlo el mejor del mundo (como la madre de uno también es la mejor madre del mundo). Partidos como este, además de proveer de minutos a Motta (de lo poco salvable), nos aportan la necesaria dosis de realismo.

Nejatifo: que hayan tenido que ser los propios jugadores barcelonistas quienes adviertan al club de su desconfianza en los servicios médicos. Una situación que ya se puso de relieve el año pasado con las graves lesiones de Motta, Larsson, Gabri y Edmilson, que movilizaron a clínicas y médicos ajenos al club.

Dilluns, Sant Tornemi camí d’Itaca. Bon weekend a tothom!