2010, una odisea en el Barça

Tenemos blindado el equipo hasta el 2010, lo que quiere decir que esta temporada, la próxima y las tres siguientes, cuando en los altavoces del Camp Nou lean la alineación del equipo local, Manel Vic dirá aquello de: "Amb el número ú, ¡Víctor Valdés!". Y proseguirá: Mengano, Puyol, Fulano, Zutano; Xavi, Deco; Perengano, Messi, Ronaldinho y Eto'o. Es decir, que en los próximos cinco años tendremos que reponer sólo cuatro posiciones en el equipo: tres en la defensa (todas salvo Pujol), y una delante. Algunos jugadores que ya llegaron talluditos al equipo, como Belletti, Van Bronckhorst, Giuly y Larsson, irán acabando su etapa azulgrana. Otros, cuyos nombres omito, no superarán el corte de calidad. También dudo que, de aquí a cinco años, permanezcan en el equipo Edmilson, Ezquerro y Van Bommel. Y, en fin, un tercer grupo estará triunfando en el calcio o en la Premier League, cedidos en equipos a los que el Barça pagará parte de la ficha.
Es decir, que habrá que ir renovando algunos accesorios de la alineación porque la base la tendremos: acabamos de blindarla y con los supercontratos que les hemos hecho, a ver quien es el guapo que los sienta en el banquillo. Dentro de cinco años, cuando Manuel Vic lea la alineación arriba mencionada por la megafonía del Camp Nou, el núcleo de nuestro equipo habrá rebasado ya la treintena. Carles Puyol, por ejemplo, tendrá 33 años (ya me los imagino, a él y a Víctor Valdés, con un cráneo rasurado a lo Collina), Deco andará también por esa edad y hasta Ronaldinho habrá soplado ya las treinta velas.
La temporada 2009-2010 habrá sido buena para el Barça porque al fin el presidente Rosell, que iniciará su mandato tras imponerse en unas elecciones democráticas y después de que los tribunales obligaran a dejar el cargo a su antecesor, podrá hacer lalimpieza de vestuario que tanto le habrá reclamado la prensa deportiva, perfilará una plantilla joven y con hambre de títulos y el barcelonismo volverá a entusiasmarse con un equipo capaz de generar una enorme ilusión entre sus seguidores y una gran inquietud en sus rivales.

Positifo: 1) que hoy me reintegro a la nueva temporada del Força Barça de Citytv, al lado del maestro Alfons Arús y otros grandes profesionales. 2) el adiós de Pierluigi Collina. Con la coartada de ser el más mediático atropellaba a determinados equipos sin escrúpulos. Lo último fue echar al Everton de la Champions (la UEFA no quería cinco ingleses). Pero también echó dos veces al Barça, al anular un golazo a Giovanni (el bueno) ante el Bayern de Munich en el Camp Nou (1998-99) y el año pasado al ignorar la falta de Ricardo Carvalho que precedió al fatídico gol del Chelsea. Su identificación con Adidas le invalidaba para dirigir a equipos de la competencia, sus víctimas, y es más merengón que la doble R (Roncero & Rincón).

Nejatifo: la falta de transparencia, que ahora se denomina "confidencialidad" en el Barça. Ello da pie a las especulaciones periodísticas en torno a las grandes decisiones como la tercera redacción y mejora de contrato de Ronaldinho, un clásico laportiano de cada temporada. En cinco años, Ronaldinho podría embolsarse 60 kilos (Sport y El 9), de 50 a 60 (El Periódico), 70 (El País)...y hasta 130 (Marca).

Ítaca no paga a traidores