Las cuentas de Juan Palomo

¿Qué dicen las auditorías de las cuentas presentadas ayer a bombo y platillo por Ferran Soriano? ¿Cóooooomo? ¿Qué los balances del Barça no están auditados? Es el colmo de la desvergüenza y la desfachatez. Que una directiva que cuando estaba en la demolición hacía escarnio de las cuentas de Núñez y las manipulaba a través de auditorías paralelas, carece de cualquier credibilidad, ítem más de vergüenza, si presenta unas cuentas tipo Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como. Así son estos supermanes de los números que prometieron no vender ni un metro cuadrado de patrimonio y ahora sacan pecho porque cierran el ejercicio con superávit gracias a vender deprisa y corriendo un solar que, cuando estaban en la demolición, impidieron a toda costa que se convirtiera en campos de fútbol para la cantera azulgrana. ¿Ya trabajaba entonces sobre el tema el abogado Francesc Palau, del despacho de Laporta? Porque, en la presentación de los números acogidos por los palanganeros de turno con alborozo, se dijo que el tal Palau llevaba “años” trabajando en el tema urbanístico de l’Hospitalet.
Sé que el asunto es farragoso. A mí también me hastía y me repugna y, lo primero que haré tras escribirlo, es lavarme a fondo las manos. Me las noto llenas de mierda pero me consuelo –“mal de muchos…”- al pensar que están más limpias que las de Laporta, Soriano, Ingla, Echevarría, Anna Chicoy… Nos han quitado el Barça. Nos han convertido en clientes. Nos esconden el abono después de cobrárnoslo (ya lo he pagado por el banco y me lo van a mandar por correo certificado cuando esté de vacaciones). Nos avergüenzan, nos humillan, se dan la gran vida a nuestra costa y se ríen en nuestra cara, al ver que somos unos calzonazos que les hemos regalado el Barça. El Barça por el que mañana hace 75 años que dio la vida Joan Gamper.

Nejatifo: El miedo que se percibe en el vestuario azulgrana y que se advierte en las declaraciones de todos los jugadores pero, en especial, de las últimas de Xavi, que se retracta de haber dicho algo que pudiera molestar a Johan Cruyff. No culpo a Xavi, que bastante mal lo pasó cuando sus propios compañeros de vestuario le consideraban un traidor por haber salvado la cabeza de Van Gaal y haber encarrilado una temporada en la que se ganó la Liga. Convocado por Pichi Alonso para jugar con la selección catalana cuatro días después de su famoso gol en Valladolid, el grueso de aquella selección le pidió expliciones. ¡Qué grandes barcelonistas, aquellos chavales, abducidos y manipulados por el Gran Johan y unos representantes sin escrúpulos, y que ya entonces escupían sobre el escudo barcelonista y en el plato de su propia comida!.

Positifo: Que al fin nos hayamos enterado de que Mario, el Ayala español, costó 2,45 millones de euros. Una ganga. Quizá en los anales del fútbol sólo Woodgate sea menos rentable que él. Pero, por partido jugado y por punto ganado, Mario es el futbolista más caro de la historia del Barça. ¡Felicidades, Txiki!. También hemos sabido que el Barça pagó esta temporada que acabamos de despedir, por parte de las fichas de Saviola, Rustu, Sergio Santamaría y el citado Mario, 1,5 (uno coma cinco) millones de euros. Emplazo a quienes se han pasado todo el año diciendo que el Barça pagaba la mitad de las astronómicas fichas de Saviola y Rustu, a que hagan números y nos aclaren si mentían motu proprio o lo hicieron, como de costumbre, intoxicados por el club.

Si viene Soriano, no lleveis pertenencias a Ítaca