El Madrid, a dos velas

Tengo la impresión de que el verdadero perdedor de Singapur no fue Alberto Ruiz Gallardón, un político de cuerpo entero al que el sector más ultramontano de su propio partido ya ha puesto la proa. Creo que dos de los grandes perdedores de la derrota olímpica han sido el Real Madrid y el Atlético. Éste, porque la designación de Madrid como sede habría podido acelerar la recalificación del Manzanares para que los colchoneros fueran los usufructuarios de La Peineta, en un negocio en el que saldría ganando el Ayuntamiento -al no tener una instalación inutilizada, como pasaba con el Estadi Lluís Companys antes de que lo ocupara el Espanyol- y el club, que no tiene donde caerse muerto, tras años de pésima gestión entre la familia Gil y los administradores públicos.
Pero eso es pecata minuta. El gran negocio lo tenía planeado Florentino Pérez con una futura recalificación del Bernabeu y la construcción de otro estadio donde ahora se ubica la nueva ciudad deportiva madridista. Sería el segundo y definitivo pelotazo, frustrado por el fracaso en Singapur. A la espera del resultado de la votación olímpica, Florentino había congelado las grandes operaciones previstas para este verano y estoy convencido de que, de haber salido la candidatura madrileña, a estas horas Thierry Henry, Baptista, Sergio Ramos, Robinho y el sursuncorda, ya serían merengues, a cuenta de ese pelotazo bis.Pero, tentar tantas veces a la suerte comporta estos riesgos. En el fútbol, ya se sabe, hay veces en que la pelotita se niega a entrar. En el caso de Ronaldinho, el pelotazo esta vez se ha negado a entrar.

Positifo: Que mi admirado José Mourinho se quede con Hernán Crespo para la plantilla del Chelsea. Valdanito ha hecho una formidable temporada en el Milan y ofrece las máximas garantías para un equipo que sólo cuenta con Didier Drogba (para mí mejor que Eto'o), como delantero centro. Con la vuelta de Crespo y la salida de Kezman, el Chelsea sale muy reforzado.

Nejatifo: Y sobrecogedor el acto de criminal barbarie perpetrado en Londres. Me repugna tanto si está motivado por la cumbre del G-8 como por la concesión de los Juegos Olímpicos. Porque, ¿alguien cree que los terroristas, del color que sean, necesitan algún tipo de pretexto para justificar sus fechorías?