¡Kluivert se viene a Ítaca!

De ganar la Liga, Copa de la UEFA y Supercopa de Europa, el Valencia ha pasado en unos meses a la nada más absoluta: ni siquiera estará en Europa la próxima temporada. Pero la vuelta de Javier Subirats a la secretaría técnica y el acuerdo con el entrenador revelación de la temporada, Quique Sánchez Flores, indican que el equipo de Mestalla no quiera pasar más de un añito en el infierno.
La gran sorpresa –y para mí, gran alegría- ha sido el fichaje de Patrick Kluivert, rescatado de las brumas de Newcastle para intentar ese reingreso en la élite: Kluivert y su nuevo club han vivido una experiencia casi idéntica en esta temporada a punto de finalizar y juntos pasarán página. Es una gran noticia para alguien como yo, que siempre ha sido un gran admirador de Kluivert y que sentía una gran pena al ver que su carrera no repuntaba entre las urracas de Saint James. Ignoro el cúmulo de circunstancias personales y ambientales que le impidieron destacar en un equipo que comenzó por echar a Bobby Robson (craso error), fichó al mediocre Graeme Souness (error sobre error), éste se sometió al poder fáctico local, Alan Shearer, echó al galés Craig Bellamy (error al cuadrado), marginó a Kluivert y terminó por ver como se atizaban en el campo y ante su propio público Lee Bowyer y Kieron Dyer.
La caída en picado del equipo, que no logró enmendar en la Copa de la UEFA, parecía la tumba deportiva de Patrick Kluivert cuando, por fortuna para él y para sus admiradores, el Valencia ha acudido a su rescate. Al Newcastle le ha dejado al menos el único momento brillante de la temporada: el golazo con que eliminó a todo un Chelsea de la Copa inglesa. De su última temporada azulgrana, bajo la mucha porquería que se le echó encima, dejó otro gol histórico: el 0-1 en Sevilla que salvó el cuello de su entrenador, Frank Rijkaard.
Aprovecha esta segunda oportunidad, Patrick, como Cocu ha aprovechado la suya en el PSV Eindhoven y Luis García en el Liverpool. Pásalo bien, sé nuevamente feliz dentro y fuera del campo, recupérate y triunfa en Valencia, porque te queremos con nosotros en plena forma para viajar a Ítaca.

Positifo: la calidad humana de Valero Rivera al acudir al homenaje de Enric Masip, quien además de haberle puesto a parir en su libro, no tuvo ningún gesto público de gratitud hacia su antiguo entrenador. Masip forma parte del núcleo más próximo a Laporta y el cuñadísimo, patrono de la Fundación Francisco Franco.

Nejatifo: la división que ejerce en el Barça el cruyffismo, el “ismo” que no desapareció en las pasadas elecciones sino que salió de ellas reforzado y triunfante. Una vez que se ha sacado de en medio a Sandro Rosell y colocadas sus marionetas en el staff (ahora Alexanko), el padre del dream team preside el club desde la sombra sin haber pasado por las urnas. Las denuncias de Monés y de Rosell despejaron cualquier duda para quién todavía las tuviera sobre las claves de la crisis.