El talante del elefante

Joan Laporta ha confundido el tono institucional que se le debe exigir a un presidente del Barça, conciliador y generoso, para adoptar los viejos usos y vicios del Elefant Blau, así llamado por analogía con el Elefante Blanco, la autoridad “militar, por supuesto”, con que los golpistas del 23-F querían aplastar la entonces joven democracia española. Cuando hace un año Laporta encontró un filón en su cruzada contra los violentos del Camp Nou, se envalentonó hasta sugerir que detrás de aquellos energúmenos (algunos delincuentes mezclados entre chavales magníficos) había una trama nuñista. Ahora vuelve a encontrar petróleo, radicaliza su discurso, se presenta como el cirujano que ha amputado un miembro gangrenoso y acusa a los directivos dimisionarios de haber organizado una trama golpista dentro de la propia directiva para constituir una plataforma opositora una vez que han dejado la junta. Y hasta denuncia que las pancartas que se mostraron el pasado jueves en Lleida, respondían a una estrategia bien planificada. Ya sólo le ha faltado decir lo del contubernio judeo masónico, pero con los pasos agigantados que da el presidente, todo llegará. Cada vez que el personaje abre la boca es para dar claros síntomas de un alarmante déficit democrático. Para quienes le conocimos cuando rompía las urnas del Camp Nou (dicho en sentido figurado), no nos puede extrañar que ahora se muestre como un dictadorzuelo, de esos que ven fantasmas, complots y amenazas por doquier. Que padece una fuerte manía persecutoria, es algo que quedó patente desde el primer día en que asumió la presidencia del Barça. Lo que aún seguía disimulando es su lado intolerante, represor y acomplejado.

Positifo: El partidazo de Rafael Nadal en la final de Roland Garros. La hija de los duques de Palma ha venido con un gran campeón debajo del brazo. Me ha gustado ver a Miquel Àngel Nadal en la tribuna y que el trofeo se lo diera Zinedine Zidane. Mezquindades y rivalidades al margen, el fin de fiesta fue un gran spot promocional del fútbol español.

Nejatifo: Que la salida de Sandro Rosell del Barça suponga la renegociación de los contratos, con grave quebranto para el presupuesto. Comprar la lealtad o la amistad de los jugadores, cubriéndoles de oro con el dinero del socio, fue lo primero que hizo Joan Gaspart con Rivaldo, con los resultados bien conocidos. Por cierto ¿hay nuevas partidas de ingresos, además de los heredados del nuñismo, para cubrir esa desviación presupuestaria o nos van a arrear otra subida de abonos?

¡Bona nit y preparad el petate, que nos embarcamos para Ítaca!