Dinamita en el vestuario

En una entrevista ya histórica, al día siguiente de la fuga de Ronaldo al Inter de Milan (sus agentes ya lo habían transferido ante de entrar en negociaciones con el Barça), pregunté a Núñez qué sintió en ese momento. “En ese momento creí que se me había aparecido Dios”, creo recordar que fue su respuesta. Era tal la presión a que estaba sometido el entonces presidente del Barça por el fatídico entorno del club, que había ido cediendo a todas las pretensiones, imposiciones y caprichos de los propietarios del jugador, puesto que les pertenece por un contrato de por vida. Al año siguiente, el Barça ganó la Liga, que no había ganado con Ronaldo, e hizo el primer doblete en cuarenta años, al ganar también la Copa. Y, al año siguiente, volvió a ganar la Liga, por segunda vez consecutiva. Entonces, Núñez fue sometido a otra extorsión, la de Rivaldo, también con el beneplácito del entorno que se puso del lado de un jugador que se negaba a actuar del modo más adecuado para el equipo. Los autodenominados buenos barcelonistas aplaudieron el plante y crucificaron una vez más a aquel presidente.
Pero los presidentes, si defienden el interés del club y no el suyo propio, a veces deben adoptar posturas impopulares. Lo primero que hizo Gaspart al aterrizar en la presidencia, fue duplicarle la ficha a Rivaldo…con los resultados deportivos y económicos por todos sabidos.
Viene esto a colación, y a mi me parece oportuno traerlo, porque un servidor había anunciado y previsto que el retocar contratos de una forma selectiva, es meter dinamita en el vestuario. La reivindicación salarial de Víctor Valdés confirma esa sospecha. Pero, con ser una polémica anunciada y por lo tanto evitable, para la directiva de l’amic Jan supone una nueva vulneración del proyecto, que apostaba por los contratos moderados pero con incentivos por objetivos conseguidos (fórmula que empezó a imponer Javier Pérez Farguell pero chocó con el manirroto Gaspart).

Positifo: el Augmentine para superar determinados problemas físicos, como el que he padecido desde el pasado sábado y que me ha tenido de baja en La Vanguardia durante toda esta semana, me impidió acudir el lunes a la tertulia de El Món a RAC1, el martes a La Graderia de Ràdio Barcelona y pergeñar hoy mi habitual contraportada de los jueves en Mundo Deportivo. Espero que la aportación del doctor Fleming a la historia de la Humanidad me permita estar presente mañana en el siempre apasionante (al menos para mí y para unos cuantos miles de telespectadores) programa del gurú Alfons Arús.

Nejatifo: Lo de la selección: gol del empate cuando Bosnia Herzegovina jugaba ya con nueve y una vez superado el minuto 96, es decir, por encima de los seis minutos regalados por el árbitro a España. ¡Qué ramplonería la de los futbolistas españoles buscando sólo las faltas teatrales para cargar de tarjetas a sus rivales! El día que se enfrenten a una selección de verdad, ¿también recurrirán a ese antifútbol que ya no llena ni Mestalla? Por cierto, podemos debatir todo lo que queráis sobre Fernando Torres pero, con criterios exclusivamente futbolísticos, ¿dónde le llega este chico a Diego Forlán? Otra cosa es que venda más camisetas, tejanos o gorras de visera, pero si hablamos de futbolistas…

¡Bona nit clara i tranquila per somiar amb Ítaca!