Ruido merengue y furia azulgrana

Seguramente habré encendido yo alguna mecha para que mis comentarios provoquen reacciones tan incendiarias como las que se fueron produciendo durante toda la jornada de ayer. Detesto el cruce de insultos y descalificaciones a otras personas, incluidos algunos colegas míos con los que puedo estar en desacuerdo pero defendería a muerte su derecho a expresarse libre y respetuosamente.
Pienso seguir escribiendo aquí mi artículo diario. No voy a borrar los mensajes malsonantes ni declarar a nadie persona non grata. Eso sí: me agradaría que quien quiera insultar, injuriar o denigrar a alguien (lo que desapruebo), tuviera la gallardía de hacerlo con alguna seña de identificación y no desde el anonimato. Lo digo porque yo quiero que este sea un foro en el que podamos ejercer el derecho a la discrepancia, incluso al antagonismo, la réplica y la contrarréplica. Pero entendido todo ello como ejercicios de civismo, desde la libertad y la tolerancia.
Prefiero no suponer que, puesto que el blog ha alcanzado una relativa audiencia, superior a la que yo mismo imaginé al ponerlo en marcha, alguien se ha propuesto desprestigiarlo, como un modo de desprestigiarme a mi. Y que los mismos que me han cerrado otras tribunas de expresión, se hayan propuesto silenciar también esta modesta forma de eludir sus censuras. Prefiero pensar que no hay nada premeditado sino visceral en los insultos que ayer rebajaron sinceramente el nivel de este debate electrónico, dañando su credibilidad.
Y, si fui yo quien encendió la mecha, pido disculpas. Porque nunca comparé las siete ligas del Barça en quince años (a una liga cada 2,14 temporadas) con las de ningún otro equipo sino que mencioné ese dato estadístico para insistir en que el club no viene de la miseria más absoluta como se nos quiere hacer creer. Un tema, por otra parte, recurrente en mis opiniones. Y, segundo, me parece elogiosa la actitud del Real Madrid (¡y semejante a la del Barça de hace un año!), de perseguir una quimera hasta el último partido.

¡Bona nit i pau a tothom!