¿Presionó Rijkaard a Frisk?

A todos nos gusta tener la razón aunque dicen que sólo los locos y los niños quieren que se la den aún sin tenerla. Sin embargo, pese a que me repugna casi todo lo que proviene de la UEFA, esta vez preferiría no tener razón y haberme equivocado sobre el linchamiento que desencadenó el partido Barça-Chelsea en el Camp Nou. Pero parece que ya es demasiado tarde. Y que el entrenador del Barça, Frank Rijkaard, que se mostró tan ofendido por las sospechas que el Chelsea había lanzado sobre él, no está inmaculado.
El informe del delegado de la UEFA a ese partido revela que Rijkaard abordó al árbitro Anders Frisk al terminar el primer tiempo y que éste tuvo que llamarle la atención, indicándole que no era ni el momento ni el lugar adecuado para que le formulara observaciones “sobre el partido”. ¿Podría ello interpretarse como que Rijkaard estaba presionando a Frisk…?
Rijkaard caminó junto a Frisk más de un minuto, aunque fuera a paso ligero: desde la entrada al túnel hasta la puerta del vestuario del colegiado. Ese trayecto supone unos escalones primero de bajada (seis o siete), un pequeño pasillo (cinco o seis metros), unas escaleras de subida a los vestuarios (casi 40 peldaños), una salita de distribución (de unos 4x5 metros), desde la que el equipo visitante toma una dirección y el equipo local y el árbitro la contraria. A la puerta del vestuario del árbitro, según el informe, es donde Frisk finalmente pudo sacudirse de encima al entrandor del Barça, con palabras en absoluto ambiguas.
Pero, dejemos que eso lo diga el informe del delegado de la UEFA, Pascal Fratellia, reproducido ayer por la agencia France Presse (AFP):

"L'arbitre nous a dit qu'il avait eu un contact avec Frank Rijkaard depuis le terrain jusque devant la porte (fermée) de son vestiaire", est-il écrit dans ce rapport.
"Rijkaard a voulu dire bonjour à Frisk à l'entrée du tunnel et ensuite a essayé de lui parler en montant les escaliers. Frisk nous a dit qu'il avait alors dit à Rijkaard que ce n'était pas l'endroit, ni le moment pour évoquer une situation du match et lui a demandé, alors qu'il était la porte de son vestiaire (toujours fermée), de rentrer dans le sien", est-il encore précisé.
"Ces révélations viendraient appuyer la version des événements défendue par l'entraîneur de Chelsea, le Portugais Jose Mourinho, qui avait dénoncé l'entrevue entre Frisk et Rijkaard et assuré avoir vu le Néerlandais pénétrer dans le vestiaire de l'arbitre."

Para no hacer más farragoso el tema, no incluyo la traducción. Pero invitaría a Rijkaard (a quien no por esto dejaré de admirar) y a quienes le pusieron como ejemplo de conducta deportiva mientras sometían a su colega Chelsea a un desaforado linchamiento, que la próxima vez no se ofusquen tanto, arrastrados por las simpatías y, mucho menos, por el odio.