La Brunete mediática nos castiga

En Madrid se ha valorado más, desde el punto de vista informativo, el triunfo de Fernando Alonso en la Fórmula 1 que el desastroso arbitraje de Pino Zamorano en el Camp Nou. Y eso nos desconcierta por inesperado. ¡Qué semanita nos preparan!, era el común presagio de las primeras tertulias catalanas que abrieron la semana: “Utilizarán el arbitraje para calentar el partido del Bernabeu”; “aprovecharán lo de Pino Zamorano para tapar su pésimo partido de Albacete”; “ya se han borrado del partido Samuel y Guti, a ver qué inventará Ronaldo para quitarse de en medio”; “es que el Madrid, si pudiera, ya firmaría el final de la temporada, porque no acabarán ni segundos”; “el victimismo nuñista ha tomado el puente aéreo y ha aterrizado en Barajas”…
Y ellos, ¡oh, decepción!, callados. El “escándalo” del Camp Nou no abrió ninguna portada, fue la tercera o cuarta noticia en todas las secciones deportivas de la prensa madrileña y, los columnistas de opinión dedicaron su prosa a glosar otros temas o pasaron olímpicamente del asunto. ¡Es que la prensa catalana no ha podido pergeñar ni una simple página con reacciones que valgan la pena!. Y a mi esta actitud tan pasota me inquieta y hasta me ofende, pues no creo que sea producto del desánimo, el desinterés y la convicción de que el Real Madrid ya no tiene nada a hacer en esta Liga (que, por otra parte, sería una posición sensata y realista). No sé, la verdad, no concibo este silencio y comedimiento con que nos castiga la Brunete mediática. Porque a la indignación sabemos cómo responder pero el desdén y la indiferencia, nos desarman.