Figo, capítulo final (por ahora)

Luis Figo llegó al Barça en una temporada perdedora del equipo azulgrana, la segunda consecutiva sin ganar ningún título de la mano de Johan Cruyff, quien en un ataque de furor tras el 4-0 de Atenas, deshizo el dream team. Lo cual posiblemente podía entenderse con la explicación de que se había terminado un ciclo, el más brillante de la reciente historia del Barça. Lo inadmisible fue desmantelar aquella plantilla sin tener la más remota idea de cómo recomponerla, como quedó demostrado de forma patética.
El único fichaje no equivocado de aquellos tiempos de desconcierto, fue el de Luis Figo. ¡Descubierto en los juveniles del Setúbal por el joven ayudante de Bobby Robson en el Sporting de Lisboa, un casi imberbe José Mourinho!. El Dia de Sant Jordi del año 2000, se publicó en Barcelona el libro “Figo, nacido para triunfar”, escrito por el periodista Toni Frieros. Al hablar de la primera temporada azulgrana de Figo, la 1995-96, el libro recuerda que uno de los pocos éxitos del Barça ese año fue superar al Madrid (que quedó sexto en la Liga, por detrás del Atlético, Valencia, Barça, Espanyol y Tenerife), con un empate en el Bernabeu (1-1) y un claro triunfo en el Camp Nou (3-0).
Aquel partido del estadio azulgrana se disputó en un clima de gran crispación y con parte del público dispuesto a expresar su odio a Michellino Laudrup, que volvía a pisar el estadio pero vestido de blanco. Una pancarta llegaba a desear al jugador danés la misma suerte que a Juanito y Fernando Martín (+), lo que demuestra al punto que es capaz de llegar la animalidad del forofo, sea de donde sea.
Figo marcó un gol en aquel partido y en su biografía lo recuerda así: “Esa noche comprendí lo que se siente al marcarle un gol al Real Madrid con la camiseta del Barça. Existen pocas recompensas tan grandes para un culé como ganarle al Real Madrid y encima marcarle un gol. Kodro consiguió dos tantos y todo nos salió a pedir de boca”.
Por mi parte y por ahora, no hay más comentarios sobre el tema ni sobre el personaje, uno de los jugadores del Barça (como el propio Laudrup), a los que más he admirado.

¡Bona Diada de Sant Jordi a tothom!